ISRAEL DAVID MARTINEZ, 17/1/2019, PressMusic
Concierto muy esperado el que ofrecieron, el pasado 17 de Enero de 2019 en el Palau de la Música Catalana de Barcelona, la mezo soprano checa Magdalena Kožená y la pianista japonesa Mitsuko Uchida.
El recital empezó con Gedichte der Königin Maria Stuart, op. 135 de Robert Schumann. Tal como indican las excelentes notas al programa firmadas por el profesor Jaume Radigales, “con texto de Gisbert Freiherr von Vincke, esta obra fue escrita en 1852 coincidiendo con los brotes de demencia que llevarían al músico a la muerte cuatro años más tarde”. Obra sumamente reflexiva, de gran belleza y muy delicada, alcanza momentos de poética desgarradora. El primer lied, Abschied von Frankreich, es una de las páginas más logradas de todo el ciclo. A continuación llegó el turno de Hugo Wolf y una selección de canciones de su Mörike-Lieder (IHW 22). Desde la número 7 hasta la número 53, mezzo y piano, realizaron una lectura pulcra y emotiva. A destacar la belleza introspectiva de Auf ein altes Bild y la fuerza arrebatadora de Abschien.
En la segunda parte llego el nacionalismo de Dvořák y sus Liebeslieder, op. 83, escritos en 1888 sobre textos del poeta Gustav Pfleger-Moravsky para cerrar, de forma magistral, con los cabareteros Sieben Brettl-Lieder de Arnold Schönberg.
Sobre las protagonistas, ¿qué decir? Poca cosa que no se sepa. Extraordinarias, delicadas, expresivas, inmensas. Como anécdota podríamos llamar la atención acerca de las expresiones faciales, y movimientos corporales, que Mitsuko Uchida hizo debido a las numerosas toses, gritos y móviles que sonaron en el público. Su mirada incisiva se dirigió a una lado y a otro intentando explicar el por qué de aquella realidad surrealista.
Cambiando de tercio, esta última semana hemos conocido el atractivo proyecto que el nuevo director del Gran Teatro del Liceu, Víctor Garcia de Gomar, tiene previsto para los próximos años (Gustavo Dudamel, Sir John Eliot Gardiner, John Adams, William Christie…). Desde aquí le animamos a que tenga en cuenta a Magdalena Kožená como futura protagonista de algún título del gran repertorio operístico. Tras escucharla en el Palau podemos asegurar que es una de las voces con más personalidad del actual panorama europeo.